EUROPA
PRESS
18 enero
2017
La farmacéutica especialista en Medicina Antiaging,
Inmaculada Canterla, alerta de que "si el deporte o actividad física no se
practica de forma coherente, se estará activando y acelerando el proceso de
envejecimiento".
Canterla
afirma también que "únicamente el 35 por ciento del envejecimiento viene
determinado por la carga biológica hereditaria mientras que el 65 por ciento lo
determinan factores puramente medioambientales entre los que se encuentra la
actividad física".
El
mayor riesgo que puede sufrir el organismo a la hora de practicar cualquier
tipo de actividad física es la generación de radicales libres
que viene causado al realizar cualquier tipo de ejercicio aeróbico que aporta
un gran volumen de oxígeno al organismo. El problema se genera cuando los
volúmenes de oxigeno aportados son muy elevados y durante mucho tiempo seguido
ya que, el oxigeno es un agente oxidante y tiende a ceder electrones que
generan niveles anormalmente elevados de radicales libres.
La
experta aconseja consumir frutas y verduras con alto contenido en antioxidantes
junto a una suplementación pautada y reglada por un especialista, con
antioxidantes. También es recomendable la aplicación tópica rutinaria de
productos formulados a base de antioxidantes. Esto ayudará a neutralizar la
oxidación de las células.
Rayos solares y contaminación
El
sol es el principal enemigo de la piel, ya
que aparte de generar un gran número de radicales libres, produce quemaduras de
diferente nivel y a diferentes profundidades de la dermis y la epidermis. Con
ello se agrava la generación y proliferación de arrugas y se sientan las bases
de una hiperpigmentación.
Es
recomendable no exponerse al sol, aunque parezca algo muy drástico, aunque como
esto es prácticamente imposible, a la hora de practicar deporte es aconsejable
usar un factor de protección total así como mantener una correcta hidratación.
La
polución es otro de los agentes que más influyen ya que la contaminación entra en contacto con la piel y
generan radicales libres, acelerando así el proceso de oxidación de las
células, moléculas que van a obstruir los poros de la piel, taponándolos y no
dejándolos respirar por lo que se provoca un cúmulo de suciedad, granos o
puntos negros. Ante estos factores, a los que se está expuesto si se realiza
deporte en núcleos urbanos, la experta también recomienda incrementar las dosis
de sustancias y antioxidantes tanto por vía oral como tópica.
También
es negativo el contacto prolongado de la piel con agentes químicos de desinfección, floculantes y dispersantes que suelen
derivar en dermatitis y otros problemas de la piel como desecación,
descamación, erupciones y reacciones adversas y que se pueden sufrir en la
realización de deportes como la natación.
Canterla
indica que se debe aplicar antes de entrar en la piscina una fórmula como
sustancias oclusivas y fimógenas que formen una
película oclusiva que retrase la pérdida de agua. Posteriormente, al diferencia
de pH de la piel respecto al del agua de la piscina se puede solucionar pasando
posteriormente un disco de algodón impregnado en una solución enriquecida con
prebióticos y probióticos para restablecer el correcto equilibrio de la ecoflora de la piel.